Podríamos bajar a lo más profundo, y en un segundo estar en lo más elevado. Podríamos caminar sobre el fuego para en un segundo caminar sobre pastizales. Podríamos detener el tiempo, inmortalizar el momento. Para en un segundo sentir el abatimiento de su paso. Podríamos nadar en nuestro desierto, y secarnos en nuestra libertad. Respirar sincronizados. Latir con arritmia. Nacer con quizás y vivir con porqués. Podríamos ser los dueños del cielo. Los esclavos de nuestros anhelos. Podríamos hablarnos con los ojos, ahogarnos en los recuerdos. Dejarnos mil veces, sin saberlo, y estar presentes, a nuestro lado. Podríamos vivir con miedo. Sin equivocarnos. Sin pensarlo. Sin meditarlo.
Quisiéramos bajar a lo más alto, y en un segundo estar en la cumbre más profunda. Quisiéramos caer sobre el hielo para en un un segundo caminar sobre la aridez. Quisiéramos continuar el tiempo, olvidar el momento. Para jamás sentir la belleza de su paso. Quisiéramos ahogarnos en nuestro lago, y disfrutar nuestra dependencia. Respirar desiguales. Latir al ritmo exacto, inalterable. Nacer con preguntas y vivir con respuestas. Quisiéramos ser los trabajadores del infierno. Los dueños de nuestros anhelos. Quisiéramos hablarnos con los labios, disfrutar en los recuerdos. Reencontrarnos mil veces, sabiéndolo, y estar ausentes, distanciados. Quisiéramos vivir con orgullos. Equivocándonos. Pensando. Meditándolo.
Quisiéramos poder querernos, sin ataduras. En la infinidad de nuestro cielo. En el agridulce sabor de tus besos.
Podríamos querer amarnos. Esclavos de nosotros. Entre el suelo y los miedos. Con tus insaboros besos.
While my eyes are closed
Hace 10 años
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