Tal vez pequé de optimismo, quizá pensé que por primera vez en mi vida sería suficiente. Pero no. No fue así. Y no será así. Es momento de que yo también te dedique un par de palabras. Para ti. Que dices que no te comprendo. Que te sientes sola. Te daré mi versión, por que a pesar de que, según tú, nunca te tenía que dar explicaciones, yo siempre sentí que sí tenía que dártelas. Porque tú no eres una cosa sin importancia. Tú eres importante. Al menos para mi. Tú te mereces explicaciones. Seré lo más sincero posible.
No podemos pretender que no ha pasado nada. Aquí paso algo. Algo grande. Que si no destruyó nuestro hilo, lo debilitó. Es que caos más caos sólo hacen cataclismo. Y cuando ya no podemos fingir, viene la prueba de fuego. Esta vez seguimos en eso. Yo no creo que nos hayamos separado para siempre. Pero si por un momento. Un merecido momento. Para pensar. Pensar que esperas tú de mi, y yo de ti. La distancia no siempre es mala. Te hace darte cuenta de lo importante que son las cosas cuando se quiebra el habito. ¿O no? Ambos necesitamos replantearnos lo importante que es el uno para el otro.
Y es que estos ¿tres? meses han pasado de forma bastante acelerada. Intensa. En tres meses exploramos demasiado rápido el uno y el otro. En situaciones así, el tiempo es una anécdota, ¿No crees? Lo que cuenta al final es la intensidad con la cuál pasan las cosas. Y, para ser franco, yo tiendo a ser apresurado. Quiero resultados ya. Y a veces los logro. Pero no es la mejor forma. Lo sé. Pero soy así. ¿Lamentablemente? soy así. Si no obtengo resultados me siento estancado. Y yo quiero avanzar. Siempre ir hacia delante. Insanamente, sin importarme mucho las personas que me acompañan. Y ahora te tocó a ti.
Yo te quería cada vez más arriba. Y te daba importancia. Yo no encuentro que eso sea un error. Pero para ti sí. Y he aprendido que no puedes remar para lados contrarios. Eso tarde o temprano termina por colapsar. Colapsarnos.
Pero realmente no sé que hacer. La gente se queja de que nadie los toma en cuenta, de que la mayoría los utiliza y cuando les das importancia, te rechazan. Siempre he pensado que si fuera igual que todos, un hijo de puta, las cosas me resultarían mejor. Las cosas resultarían. Pero no. No lo puedo ser. No va conmigo. Por ese lado fallo. La gente de mi edad y de la tuya quizá no busca compromisos. Yo si. No creo que la responsabilidad sea algo malo. Al contrario. Hacerme responsable me hace sentir cómodo. Tener alguien que cuidar, alguien que querer, alguien de quien ocuparme. Me gusta. Pero parece que a la mayoría no le gusta sentirse así. Les gusta sentirse descuidados, solos. Despreciados, utilizados. Sin cuidado.
Me dijiste una vez que soy raro. Fuera de lo común. Si. Hace tiempo me vengo sintiendo así. Porque me he dado cuenta de que no encajo. Siempre rompo los esquemas. Y eso es malo. No para mi. Me encanta. Para los demás. Los demás esperan cosas que yo no cumpliré, o que no haré. Y es ahí cuando digo que nadie me entiende.¿De qué te sirve ser "perfecto" si nadie te responde de la misma manera? La gente como yo solo tiene un destino. La soledad.
Creo que ambos necesitamos distancia. Tú para resolver tus problemas. Y yo para no causarte más. Para que te ocupes de las cosas que verdaderamente importan. Si, eso. Yo no quiero darte más problemas de los que tienes. Y lo hago de una u otra forma. Ya no sé si quiero estar contigo como pareja. Pero tu presencia me encanta.
Sé lo que necesitas. Estabilidad. Y yo no soy capaz de dártela. Simplemente, por que soy demasiado ego-ista. No hago esto por maldad. Pero no podemos pretender que encajamos en este momento. Tú tienes la cabeza en otro lado. Y yo quiero sentirme importante, querido. Pero no tienes tiempo y espacio para eso.
Por eso te dije. Cuando quieras decidir decide. Yo estaré siemper ubicable para ti.
While my eyes are closed
Hace 10 años